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El Primer Grito Libertario

El 25 de mayo de 1809 el destino del continente cambiaría para siempre, con la Revolución de Chuquisaca, que fue el primer grito libertario de América y el comienzo de una lucha que iba a durar 16 años para nuestra nación.

Esta insurrección fue diseñada desde el  interior de los muros de San Francisco Xavier. Aunque en apariencia se proclamaba la fidelidad al rey Fernando VII de España, en realidad se intentaba seguir las ideologías vertidas por Rousseau o Montesquieu, que habían influido en la Revolución Francesa.

El levantamiento se dio en un clima de tensión e incertidumbre provocado por la invasión de Napoleón a España, lo que provocó la abdicación del rey Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII, la devolución de la corona a su padre y la entrega de ésta a Napoleón, que finalmente se la cedió a José Bonaparte, su hermano.

Los hechos acontecidos en Europa con el rey Fernando VII, quien había sido apresado, consternaron a la culta Charcas; además, había sospechas de que el gobierno local planeaba entregar el territorio a la Infanta Carlota Joaquina de Borbón, quien se había autoproclamado legítima sucesora provisional de su padre, el cautivo rey Carlos IV. Además, en la capital de la Audiencia existían tensiones por el poder entre el Presidente don Ramón García Pizarro y el Arzobispo Benito Moxó, por un lado, y los cuerpos colegiados como el Real Acuerdo y el Cabildo, por el otro.

Ante la invasión francesa, los españoles iniciaron la resistencia, formando una junta de gobierno en Sevilla, la cual no fue reconocida por la Audiencia de Charcas, que proclamó su fidelidad a Fernando VII. En estas circunstancias llegó a Charcas, como delegado de la junta, José Manuel de Goyeneche, cuya misión era ir a Buenos Aires y Lima, pasando por Charcas, con el objeto de conseguir el apoyo de ambos virreinatos; su llegada desencadenó las tensiones existentes.

En mayo se hizo manifiesta la hostilidad de los miembros de la Audiencia hacia el Presidente García Pizarro; se hicieron circular rumores para desacreditarlo a él y  al arzobispo Moxó, acusándolos de estar dispuestos a entregar los dominios de España a Portugal.  Es así que, el 25 de mayo, Pizarro ordenó la detención de oidores, fiscal y otros personajes de la sociedad, entre los que fue apresado Jaime Zudañez , quien es su recorrido a la cárcel lanzó invocaciones al pueblo para que se movilizara en defensa de su persona. Estos gritos despertaron a los revolucionarios en la ciudad; los hermanos Lemoine ganaron la torre de la iglesia de San Francisco y comenzaron a repicar las campanas convocando al pueblo a luchar por la libertad; entonces de portales y bocacalles surgieron estruendosos vítores al rey: ¡Viva Fernando VII! y ¡Muera el mal gobierno!

La reacción del pueblo provocó que García Pizarro ordenase la liberación de Jaime Zudañez, pensando que con esto aplacaría los ánimos, pero el tumulto pasó a exigir su renuncia, dimitiendo la autoridad al día siguiente. De esta manera, ante el triunfo de la revolución de Chuquisaca, como centro de la subversión regional, se mandaron emisarios de agitación y entendimiento a otras ciudades, propagando por toda América los ideales de la libertad.

Los revolucionarios de San Francisco Xavier

La revolución de Chuquisaca de mayo de 1809 fue diseñada desde el interior de los muros de San Francisco Xavier. Aunque en apariencia se proclamaba fidelidad al rey Fernando VII de España, en realidad, intentaba beber ideológicamente de la vertiente ilustrada de Rousseau o Montesquieu. Se justificó ante la sociedad, por las sospechas de que el gobierno local planeaba entregar el país a la infanta Carlota Joaquina de Borbón (autoproclamada legítima sucesoria provisional de su padre el cautivo Carlos IV), pero desde sus inicios sirvió de marco para propagar la rebelión a La Paz, donde se constituiría la Junta Tuitiva al mando de Murillo.

Ocultamente se enviaron delegados a las principales ciudades del Alto Perú, Cochabamba e incluso se llegó a Buenos Aires. Un ensayo sucrense de 1885 contiene el siguiente texto al respecto: “Pasadas las primeras alteraciones fue que tuvieron lugar ocultos mensajes de una docena de hombres que quisieron aprovechar las circunstancias en favor de la libertad, con tal motivo salieron para La Paz el Dr. Mariano Michel y Mercado, el Dr. Monteagudo para Potosí y otros a otras partes” (Urcullu, 1855, pág. 36). La revolución fue sofocada después de siete meses el 25 de diciembre de 1809, otorgándosele el puesto de presidente de la Real Audiencia y Gobernador intendente de la provincia de la Plata a Vicente Nieto, quedando nomas restituido el anterior sistema colonial.