La enfermedad por coronavirus-2019 (COVID-19) es el nombre clínico del nuevo síndrome respiratorio agudo severo por infección por el coronavirus-2 (SARS-CoV-2). A pesar de que las manifestaciones principales de esta infección viral son fiebre, tos seca y falta de aire, esta enfermedad infecciosa cursa con manifestaciones gastrointestinales y hepáticas a ser tomadas en cuenta.
De acuerdo a múltiples revisiones se concluye que: La frecuencia de síntomas gastrointestinales varió del 3.0 al 39.6%, incluyendo: diarrea, náuseas, anorexia, vómitos, dolor abdominal, eructos/reflujo.
La diarrea es el síntoma digestivo más frecuente. En algunos pacientes es líquida hasta en 34,3% y aparece como primer síntoma. Ocurre más frecuentemente 1 a 8 días después del comienzo de la enfermedad con una mediana de 3,3 días, y es descrita como de bajo volumen, sin severidad clínica, típicamente de hasta tres veces al día, con una duración promedio de 4 días y la mayor parte de veces autolimitada. La estrategia de manejo es hidratación.
Además de los síntomas gastrointestinales los pacientes con COVID-19 presentan alteraciones en la función hepática de severidad variable reflejadas en la elevación de las enzimas hepáticos sobre todos transaminasas y bilirrubinas, estas alteraciones en general tienden a la normalidad durante el curso de la enfermedad, en caso de persistir las alteraciones se deberá investigar otras enfermedades.
Las manifestaciones gastrointestinales y hepáticas del COVID-19, se las ha planteado si tienen o no relación con la severidad y/o el pronóstico de la enfermedad y se discute la relación potencial del tracto digestivo como ruta de entrada del virus. Por lo tanto:
¿Hay asociación entre síntomas digestivos y severidad clínica?
En una revisión sistemática, el 11,8% de ellos tuvo CO- VID-19 no severo vs 17,1% tuvo COVID-19 severo. El análisis subgrupo muestra que la presencia de síntomas gastrointestinales estuvo asociada con un curso más severo de enfermedad especialmente dolor abdominal.
La presencia de síntomas gastrointestinales estuvo asociada tener una duración de enfermedad mayor comparados con pacientes sin síntomas digestivos, hubo tiempo más prolongado de hospitalización y mayor compromiso hepático, incluido mayor tiempo de coagulación y mayor elevación de enzimas hepáticas.
CONCLUSIÓN
Es clara la presencia de síntomas gastrointestinales y hepáticos en pacientes infecta dos por SARS-CoV-2. No hay claridad absoluta a cerca de la relación con la severidad de la enfermedad ni con el pronóstico, sin embargo el significado de los síntomas gastrointestinales no debe ser subestimado. Es importante y urgente ser capaces de reconocer el espectro clínico de esta enfermedad. En especial, el reconocimiento de los síntomas digestivos. Su reconocimiento temprano permitirá la identificación temprana, triage y aislamiento adecuado. Una desinfección y adecuado manejo de deposiciones es crucial en regiones endémicas.