La Organización Mundial de la Salud define el dengue como una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes. Hay cuatro serotipos de virus del dengue (DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4). El dengue se presenta en los climas tropicales y subtropicales de todo el planeta, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas. Los síntomas aparecen entre 3 y 14 días (promedio de 4 y 7 días) después de la picadura infectiva. El dengue es una enfermedad similar a la gripe que afecta a lactantes, niños pequeños y adultos.
El síntoma común es fiebre alta (40 grados), acompañada de dos de los siguientes síntomas: dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos o sarpullido.
El dengue grave (conocido anteriormente como dengue hemorrágico) es una complicación potencialmente mortal, porque cursa con extravasación de plasma, acumulación de líquidos, dificultad respiratoria, hemorragias graves o falla orgánica.
No se tiene un tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, pero la detección oportuna y el acceso a la atención clínica adecuada por personal médico experimentado, puede salvar la vida de los pacientes, disminuyendo las tasas de mortalidad por debajo del 1%.
“Es un manejo clínico basado principalmente en la hidratación, no hay un tratamiento específico con antivirales, sino simplemente hidratación por kilogramo – peso, porque con la enfermedad hay daño estructural en el organismo, principalmente por deshidratación, por lo cual es decisivo mantener el volumen de los líquidos corporales”, señala el Dr. Rubén Castillo, Responsable de Vigilancia Epidemiológica del SEDES.
La prevención o reducción de la transmisión del virus del dengue depende enteramente del control de los mosquitos vectores o la interrupción del contacto humano-vector. Por eso es importante realizar acciones de prevención y control:
• Evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos, aplicando el ordenamiento y la modificación del medio ambiente.
• Eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales.
• Cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico.
• Aplicar insecticidas adecuados a los recipientes en que se almacena agua a la intemperie.
• Utilizar medidas de protección personal en el hogar, como mosquiteros en las ventanas, usar ropa de manga larga, repelentes, materiales tratados con insecticidas, espirales y vaporizadores. Estas medidas tienen que observarse durante el día tanto en casa como en el lugar de trabajo, dado que el mosquito pica durante el día.
• Mejorar la participación y movilización comunitarias para lograr el control constante del vector.
• Durante los brotes epidémicos, las medidas de lucha antivectorial de emergencia pueden incluir la aplicación de insecticidas mediante el rociamiento.
• Se debe vigilar activamente los vectores para determinar la eficacia de las medidas de control.
Las actividades para controlar la transmisión deben estar dirigidas al mosquito Aedes aegypti, que es el principal vector de los virus que causa el dengue. Esto debe realizarse en los hábitats de sus etapas inmaduras y adultas, en las viviendas y en sus alrededores, así como en otros lugares donde se presenta el contacto humanovector, como por ejemplo: escuelas, hospitales y lugares de trabajo, porque prolifera en muchos recipientes llenos de agua para determinados propósitos en las viviendas, tales como aquellos que se usan para el almacenamiento de agua doméstica y para plantas decorativas, así como en una multiplicidad de hábitats expuestos y llenados con la lluvia, que incluyen llantas usadas, recipientes desechables de alimentos y bebidas, canales obstruidos y edificios en construcción. Generalmente, estos mosquitos no vuelan lejos, la mayoría permanece a menos de 100 metros del lugar donde emergieron. Se alimentan casi enteramente de los humanos, principalmente durante las horas diurnas, tanto en interiores como en exteriores.
La OMS califica a la epidemia del dengue como la “peor en la historia» de las Américas. Actualmente Bolivia, Paraguay y Brasil son de los países más afectados por esta enfermedad.
En Bolivia hubo un aumento alarmante de casos de dengue, incrementándose en el área endémica de los departamentos de Santa Cruz, que cuenta con más de 60 mil casos; además de Pando, Tarija y La Paz, teniendo en cuenta que este mosquito se ha adaptado a mayores alturas, porque antes sólo vivía a los 1.500 metros sobre el nivel del mar, y ahora puede subsistir fácilmente sobre los 2.600, debido al cambio climático.
De igual manera, el dengue va en aumento en Cochabamba, hasta el punto de que ya se expandió varios municipios que no eran endémicos, entre ellos del eje metropolitano. Es así que, entre el año 2019 y 2020, en el periodo epidémico, se han registrado en nuestro departamento más de 3 mil casos de dengue; oscilando entre los 15 y 30 casos semanales, llegando inclusive a un pico muy alto de 120 casos en una semana, siendo la región del Trópico la más afectada con esta enfermedad, según relata el Dr. Rubén Castillo, Responsable de Vigilancia Epidemiológica del Servicio Departamental de Salud (SEDES).
En el Trópico de Cochabamba, cuya zona es la más afectada superando los 2 mil casos, se activaron las acciones de prevención y de bioseguridad, que establece el retiro de llantas en desuso y recipientes que no se utilicen, para evitar la concentración de agua y la proliferación del mosquito transmisor, además de realizar fumigación y prevención de lugares vulnerables. Asimismo, el Ministerio de Salud determinó ejecutar las siguientes medidas: fortalecer gratuidad del diagnóstico a través de la habilitación de laboratorio y diagnóstico de dengue en el municipio de Entre Ríos, coordinar con las autoridades municipales para continuar con las tareas de intensificación de acciones respecto a campañas de limpieza y eliminación de criaderos. Además, dar continuidad a la entrega de insecticidas y reactivos con diagnóstico gratuito de la enfermedad del dengue.
El Estado ha desembolsado 5,4 millones de bolivianos para atender la emergencia sanitaria del dengue, que ayude en las tareas de contención, prevención y lucha contra esta enfermedad. Asimismo, entre las acciones de lucha contra el dengue, el Gobierno desplegó especialistas, incrementó ítems para contratar personal médico, habilitó carpas y más camas en hospitales.
En el control del vector se están haciendo importantes campañas para eliminar los criaderos de los mosquitos transmisores; es este sentido, la presidente Jeanine Añez convocó a las instituciones y a la ciudadanía en general a intensificar las acciones de prevención y atención de los casos de dengue registrados en el territorio nacional: “Este es un problema que lo debemos combatir todos, y si nosotros, desde nuestras casas, aportamos con la limpieza, con la erradicación de todas las larvas, creo que juntos vamos a vencer este episodio desagradable en el país”.
El Ministerio de Salud entregó insecticida, larvicida, mosquiteros y equipos de fumigación a los departamentos endémicos del país; además, promueve campañas de eliminación de criaderos de mosquitos con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
De igual manera, El Ministerio de Salud, a través del Programa Nacional de Prevención y Control de Dengue, Chikungunya y Zika, implementó acciones de prevención en coordinación con el Servicio Departamental de Deportes (SEDEDE) y el Ministerio de Educación.
El Programa Nacional de Prevención y Control de Dengue, Chikungunya y Zika viene implementando diferentes estrategias, siendo una de ellas la estrategia comunicacional, a través de la cual se quiere llegar a la población y crear conciencia sobre la importancia de reconocer la sintomatología del dengue y acudir de manera oportuna al centro de salud más cercano, además de eliminar los criaderos de mosquito; porque con educación se podrá erradicar este mal que aqueja a los bolivianos.