Dr. Cristian Rengel – Pediatra Endocrinólogo
La glándula tiroides es parte esencial del organismo, desempeña una función elemental en el crecimiento físico y mental de los niños durante todo su desarrollo. Según nos informó el Dr. Cristian Rengel, médico pediatra subespecialista en endocrinología infantil, la glándula tiroides es el “acelerador y el freno” del organismo. Esta glándula está ubicada en el cuello, justo debajo de la nuez de Adán, y es la responsable de nuestro metabolismo además de otras funciones fundamentales del cuerpo humano, esta glándula funciona absorbiendo yodo y otros minerales.
En ocasiones, debido a factores que oscilan entre un defecto congénito y una deficiencia en los niveles de yodo en la dieta, el funcionamiento de la glándula tiroides puede alterarse desembocando en una baja o alta producción de hormonas. La baja secreción es denominada hipotiroidismo y una excesiva producción es conocida como hipertiroidismo.
Según señaló el Dr. Rengel, en el caso de los niños el hipotiroidismo se manifiesta a través del retraso en el crecimiento, un bajo rendimiento escolar y un incremento progresivo de peso. Por el contrario los niños con hipertiroidismo tienden a ser hiperactivos, irritables e incontrolables. Todos estos signos clínicos deben ser evaluados por un médico pediatra, quien de ser necesario derivará al niño a un endocrinólogo para que ordene los análisis pertinentes.
Por la relevancia que tiene esta glándula en el crecimiento, cualquier problema con ella es serio. “Es necesario ver el crecimiento de los chicos como un valor importantísimo en salud, no nos olvidemos que la talla en los niños es el parámetro más fidedigno de una buena salud” aseveró Rengel.
Es particularmente delicado el caso del hipotiroidismo congénito. Los niños afectados tienen una deficiencia de nacimiento en la tiroides, que puede ser desde una ausencia o atrofiación de la misma hasta un mal funcionamiento, por lo cual tienen un bajo desarrollo mental que deriva en un mal antiguamente llamado “cretinismo”. Es por esto que es muy importante observar que se realice la “prueba del talón” a todos los niños en el momento de nacer, para detectar precozmente cualquier deficiencia en la glándula. Afortunadamente y para tranquilidad de los padres, el tratamiento de todas las afecciones tiroideas es muy eficaz y de llevarse a cabo a tiempo y cumpliendo con todas las dosis, el niño llevará una vida perfectamente normal.
La importancia del yodo
Según explicó la nutricionista y naturista Sandra Herbas, síntomas como el cansancio, somnolencia y caída de cabello, pueden ser señales de falta de yodo en la alimentación de los niños, por lo que hay que dar al niño una dieta equilibrada, rica en verduras y con pocas grasas y azúcares artificiales.
“La mayoría de las personas que viven en países mediterráneos como el nuestro, lejos del mar, tienen problemas de hipotiroidismo por la falta del yodo; ya que la mayor cantidad de alimentos altos en yodo son marinos: algas, pescados, todos los frutos de mar en general”, explicó la licenciada Herbas. Sin embargo, existen alimentos locales como la cebolla, verdolaga, remolacha, betarraga y la sal rosada de Tarija, que son muy ricos en yodo y que pueden suplirlo en la dieta.
Pero ojo, los niños con intolerancia al gluten no van tener una buena absorción de yodo, calcio, zinc y de un sinfín de minerales que son necesarios para el funcionamiento de la tiroides y de su organismo en general, puntualizó Herbas, por lo que debe ponerse especial atención en estos casos.