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Dr. Moisés Ismael (Pediatra – Cirujano Pedíatra)

Entre los 12 y 18 meses se observa una disminución en el apetito de los niños, situación que crea una gran angustia a los padres. Ocurre generalmente en niños que se muestran activos, sin manifestar ninguna molestia aparente. En la mayoría de los casos esto se debe a que su ritmo de crecimiento ya no es tan acelerado como lo fue en los primeros meses de vida, por lo tanto no requieren las calorías que necesitaron hasta entonces.

Mientras los pequeños no tengan ninguna manifestación de enfermedad, los padres deben evitar caer en conductas erróneas. La hora de la comida no debe tornarse en un campo de batalla, con amenazas, castigos o donde los padres pretendan obligar a sus hijos a comer a la fuerza.

Lo adecuado es que toda la familia este reunida, evitando que existan elementos de distracción como televisión, libros, juguetes. Los platos deben contener porciones pequeñas pero de todos los grupos de alimentos. Si los niños no terminan el plato en media hora se lo retira y la regla es que no pueden comer absolutamente nada hasta la siguiente comida.

Deben establecerse claramente estas horas de comida: desayuno, almuerzo y cena como las comidas principales. Niños pequeños tendrán dos meriendas intermedias (a media mañana y a media tarde), los más grandes tendrán su hora de té a media tarde.

Pueden comer lo que se les antoje en medio de las comidas habituales, solo si terminaron sus platos. No se debe permitir que coman lo que quieren a la hora que sea. Tampoco se debe tratar de endulzar los alimentos para hacerlos más apetecibles. No se debe utilizar la comida como premio ni como castigo. No se les debe premiar con dulces y golosinas.

Debe recordarse que los niños pequeños, a quienes se les está introduciendo alimentos sólidos (a partir de los 6 meses), a veces necesitan 8 a 10 exposiciones a un determinado alimento para aceptarlo. Ninguna vitamina va a sustituir a un determinado alimento. Tampoco debe aumentarse la ingesta de leche para compensar la falta de apetito. Otra cosa que debe evitarse son las gaseosas o cualquier azúcar, incluyendo el azúcar natural de las frutas, antes de las horas de comida porque esto contribuye a quitarles el apetito.

En resumen se debe procurar formar buenos hábitos de alimentación y evitar caer en conductas erróneas.

Para determinar el tipo y cantidad de alimento que requiere el niño se pueden basar en la “Pirámide de Alimentos” (existe una para cada grupo).