fbpx

La Fibromialgia ¡Me duele todo!

La fibromialgia, considerada como la epidemia dolorosa del siglo XXI, es una condición que causa dolor en los músculos, además de cansancio. Las  personas que lo padecen sienten “puntos sensibles” en el cuerpo, los cuales se encuentran en: el cuello, hombros, espalda, cadera, brazos y piernas.

La fibromialgia, dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones), es una condición que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en puntos específicos. Este dolor se parece al originado en las articulaciones, pero no es una enfermedad articular.

Este padecimiento es frecuente, lo sufre entre el 2% al 6% de la población, sobre todo mujeres. Puede presentarse como única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante).

SÍNTOMAS

En términos generales se puede decir que la fibromialgia  consiste en una anomalía en la percepción del dolor, de  manera que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son. Además de dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, sobre todo al levantarse por las mañanas, y sensación de inflamación en manos y pies. También pueden notarse hormigueos  poco definidos que afectan de forma difusa sobre todo  a las manos.

La persona que busca la ayuda del médico suele decir “me duele todo”, pero otras veces es referido como quemazón, molestia o desazón. Con frecuencia el dolor varía en relación con la hora del día, el nivel de actividad, los cambios climáticos, la falta de sueño o el estrés.

Además del dolor, la fibromialgia ocasiona muchos otros síntomas: el 90% de los pacientes tienen cansancio, el 70-80% trastornos del sueño y hasta un 25% ansiedad o depresión. También son muy frecuentes síntomas como: poca tolerancia al esfuerzo, jaquecas, dolores en la menstruación, colon irritable, sequedad en la boca y los ojos.

CAUSAS

No se conoce la causa de esta alteración, pero se piensa que hay muchos factores implicados. Hay personas que desarrollan la enfermedad sin causa aparente y en otras comienza después de procesos identificables como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil o en otros casos aparece después de que  otra enfermedad limita la calidad de vida, como por  ejemplo: artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.

Estos agentes desencadenantes no parecen causar la  enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía  oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a  determinados estímulos.

DIAGNÓSTICO

La fibromialgia se reconoce como un síndrome, lo que significa que el reumatólogo la identifica cuando encuentra en una persona determinada unas alteraciones que concuerdan con las que han sido previamente fijadas por expertos para su diagnóstico.

Es muy importante establecer un diagnóstico firme porque ahorra una peregrinación en busca de diagnósticos o tratamientos, mejora la ansiedad que produce encontrarse mal sin saber por qué y permite fijar objetivos realistas.

TRATAMIENTO

La enfermedad no tiene curación definitiva. El objetivo del tratamiento es mejorar el dolor y tratar los síntomas acompañantes, para conseguir una gran mejoría en la calidad de vida de estos pacientes.

Es importante conocer la naturaleza de la enfermedad y cuáles son los factores desencadenantes de brotes, realizar tratamiento de las alteraciones psicológicas asociadas si las hay (ansiedad y depresión) y ejercicio físico suave diariamente.

Es importante establecer las mejores condiciones para un sueño reparador. Tener una cama no excesivamente blanda ni excesivamente dura, así como una almohada baja. Evitar la ingesta de sustancias y bebidas estimulantes, las temperaturas extremas, los ruidos y las luces.

Los analgésicos disminuyen de manera parcial el dolor y sólo los debe tomar si su médico se lo indica.

Otros grupos de medicamentos utilizados son los relajantes musculares que deben tomarse en tandas cortas y algunos fármacos antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina y que mejoran los síntomas de la fibromialgia, pero todos ellos deben suministrarse bajo prescripción médica.

EVOLUCIÓN

A pesar de tener un carácter benigno, porque no produce secuelas físicas (no destruye las articulaciones, no ocasiona lesiones irreversibles ni deformidades) ni influye en la supervivencia del paciente, el impacto que origina en la calidad de vida de quien la padece es muy variable de unas personas a otras pudiendo ser limitante.

VITAMINAS QUE AYUDAN A CONTROLAR LOS SÍNTOMAS DE LA FIBROMIALGIA

Las vitaminas y minerales son nutrientes que todas las personas necesitan, pero en el caso de pacientes  que padecen fibromialgia, puede ser aún más  imprescindible su consumo.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los pacientes que sufren de fibromialgia son mujeres entre los 30 y 60 años, la suplementación con vitamina D es algo que ya debe ser parte de su lista de medicamentos. Además esta población tiene una alta probabilidad de desarrollar osteoporosis a medida que envejecen debido al agotamiento de los niveles de estrógeno a medida que las mujeres se acercan a la menopausia.

Por tal razón una buena manera de evitar este desmoronamiento de los huesos es a través de la suplementación con vitamina D.

Los minerales son mucho más bajos en los pacientes que sufren de fibromialgia en comparación con los que están sanos. Los pacientes que toman suplementos adicionales de calcio y magnesio en combinación con su suplemento de vitamina D deben beneficiarse sustancialmente de los síntomas del dolor y también mejorar su densidad ósea para evitar la osteoporosis. La suplementación de hierro es algo a considerar para la fatiga crónica que está relacionada con la fibromialgia. Cuando los pacientes son anémicos, (bajos niveles de hierro), sufren de falta de energía y vigor.

Tomar estas píldoras aumentará el número de glóbulos rojos en circulación y hará que un paciente se sienta más enérgico y despierto. El manganeso también tiene un papel  preponderante en los niveles de energía, pero hablando fisiológicamente, es más beneficioso cuando se trata de nuestras respuestas inflamatorias. Un aumento de la ingesta de manganeso debe ayudar a regular hacia abajo el ataque inmunológico visto en los pacientes con fibromialgia y ayudar a encontrar el alivio del dolor.

Ahora Salud y Deporte
Ahora Salud y Deporte